lunes, 6 de abril de 2015

El regreso de Mad Men: Series Finale Viewing Party en el Roosevelt Hotel

Ayer, domingo 5 de abril de 2015, fue una fecha largamente esperada por cientos de neoyorquinos y fans de todo el mundo. No, no me refiero a la llegada del conejo de Pascua, sino al regreso de una de las series más premiadas, seguidas y glamourosas de la televisión actual: Mad Men. Más que una serie, un viaje al pasado donde nos empapamos del estilo, la elegancia y la sofisticación del Nueva York de los años 60 a través de los ojos de los ejecutivos de la agencia publicitaria Sterling, Cooper, Draper & Pryce. Toda la atmósfera de aquellos excitantes años se refleja en Mad Men. El vestuario tanto de ellos como de ellas, impecablemente arreglados. Los litros de alcohol vertidos y los cientos de cigarrillos encendidos en cualquier ocasión, sea de índole personal o profesional. El machismo descarado dentro y fuera de la oficina. Las negociaciones y tensiones del trepidande mundo de las agencias publicitarias de Madison y Park Avenue. Los antros más bohemios del Greenwhich Village y los salones más lujosos de los restaurantes y clubs de moda. Más que la regia presencia de Don Draper o el encantador cinismo de Roger Sterling, el gran personaje de Mad Men es la maravillosa ciudad en donde se sitúa, mostrándola en uno de sus períodos más evocadores desde que se emitiera el primer episodio en 2007.



Uno de esos emplazamientos reales de la ciudad de Nueva York donde se ambienta la serie (hablaremos del resto en otros posts) es el Roosevelt Hotel. Bautizado en honor al presidente Theodore Roosevelt, esta maravilla arquitectónica es junto al Waldorf Astoria, el Plaza y algunos más uno de los hoteles más exclusivos y prestigiosos de la Gran Manzana, con 1.015 habitaciones y 52 suites, entre las que se incluye una Suite Presidencial de 360 m2 con cuatro habitaciones, cocina, salas de reuniones y terraza privada. Como curiosidad, el Roosevelt Hotel fue el primero en incorporar una televisión a cada una de sus habitaciones, hecho histórico acontecido en 1947.

Mad Men Roosevelt Hotel

El lujo que desprende el Roosevelt se siente desde el mismo momento en que cruzas sus puertas y te adentras en el majestuoso recibidor, y no resulta extraño que en algún momento de la producción algún personaje de Mad Men terminara alojándose ahí. Concretamente el protagonista, Don Draper, hace del Roosevelt Hotel su residencia principal cuando su primera esposa, harta de sus infidelidades y líos de faldas, le echa de casa. La verdad es que se lo gana a pulso el hombre. Curiosamente todas las escenas del exilio de Don fueron rodadas en Los Angeles, pero no es la única trama donde el Roosevelt actúa de escenario. Cuando Sal Romano (interpretado por el actor Bryan Batt) pide un Campari en el bar poco antes de que un cliente le ofrezca contemplar las vistas desde su habitación (sí, es lo que pensáis), ambos están en el Roosevelt Hotel, todo un símbolo del estilo de vida derrochador y despreocupado de Draper, Campbell y compañía.

Despidiendo Mad Men con estilo

Por ello, el propio hotel se preparó como merece la ocasión para la emisión del primero de la segunda tanda de episodios de la temporada 7 (iniciados en 2014) que marcará el punto y final a Mad Men. Para tan esperada recta final, el Roosevelt Hotel emplazó a los fans a reunirse en el suntuoso y rematadamente acogedor bar del Madison Club Lounge para la Series Finale Viewing Party. Y si bien de party tenía bien poco, cumplieron el objetivo de permitir a los aficionados un visionado del nuevo episodio en un marco digno de cualquier ejecutivo de SCD&P. Chimeneas, inmensos sofás, molduras y recubrimientos de madera mahogany, el cuadro de Teddy Roseevelt presidiendo (¡ey, chiste improvisado!) el lugar...y cuatro televisores emitiendo ininterrumpidamente la cadena de pago AMC decorados cómicamente con los rostros de los personajes de la serie colgando por la parte inferior.


Mad Men Roosevelt Hotel

Mad Men Roosevelt Hotel

Mad Men Roosevelt Hotel


No fue el único homenaje a la serie. El Roosevelt Hotel añadió a su ya de por sí generosa oferta de cócteles tres bebidas exclusivas para rendir tributo a una agencia de publicidad para la que una buena botella de alcohol en sus oficinas es tan importante como su cartera de clientes. Aquí os dejo la lista por si queréis animaros a prepararlos en casa.



Siendo Nueva York y Mad Men, hubiera sido muy ingenuo creer que serían baratos.

Yo me lancé a por un Draper Don Old Fashioned. Muy rico, y el trato de los camareros realmente exquisito. Y beberlo en esos sofás, mirando los episodios previos al gran estreno, en un bar rebosante de esencia Mad Men...qué queréis que os diga, pues es beber like a sir!

Mad Men Roosevelt Hotel

Mad Men Roosevelt Hotel
Sí, ésta es mi vida ahora. Bueno, en realidad no.
Tras un par de horas visionando y comentando los episodios repetidos de AMC y cenando unos sandwiches cómodamente, finalmente llegó la hora: a las 22:00 h en punto dio comienzo el episodio número 708 de Mad Men. Todo el jolgorio previo y bastante propio de un bar se silenció mientras sonaba el "previously on AMC's Mad Men" y los primeros acordes de la ya legendaria cabecera. He de reconocer que me fue complicado seguir el argumento al carecer de subtítulos y por todo el sonido ambiente que nos rodeaba (había gente en la barra que seguía a lo suyo y que parecía darle igual lo que pusieran en la tele en ese momento), pero la experiencia fue muy interesante. Había fans vestidos de punta en blanco, e incluso una chica con la misma ropa que Megan, la mujer de Don Draper. Cuatro cortes de anuncios en los que la gente (con dinero, claro está) acudía a la barra a pedirse otro cóctel mientras los camareros bajaban el volumen, piropos a Don, aplausos tras la genial y sorprendente decisión de uno de los secundarios de la trama en cuanto a su implicación con la agencia...situaciones divertidas y esperadas de los fans, que por otra parte intentaban guardar silencio y comentar el episodio sin alzar mucho la voz. 

Mad Men Roosevelt Hotel

Aplausos con los créditos finales, y repetición del episodio. Hora de desperezarse del sofá y regresar a casa. Se hizo duro despedirse de un entorno tan elegante para regresar a Jersey City, pero...¡es lo que hay! Tal vez el Roosevelt prepare otro evento especial cuando se emita el último episodio y volvamos a encontrarnos.

Hasta entonces, nos seguimos leyendo por aquí. Si tenéis algún comentario en la cabeza para ayudaros a explorar la Nueva York friki, ponedlo por aquí. Los blogs se alimentan de opiniones, y estaré encantado de leerlas.

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